Fito Páez hizo playback a pedido del público

Ante una multitud de fans que le rogaron que no cantara, el rosarino recorrió su amplia discografía. El concierto fué grabado para un próximo álbum en vivo.

Y fué noche de fiesta en el colmado estadio de Cambaceres. No era para menos: Fito Páez se reencontraba con su público.

El comienzo fué tibio: Fito al piano, cantó algo él mismo acompañado por su banda. Terminada la canción (no podemos decir con certeza cuál era), unos pocos aplausos se perdieron en medio del fervoroso pedido general de playback. Páez se permitió la primera sonrisa de la noche, y asintió mientras saludaba: “¡Buenas noches, Berlín!”.

De ahí en adelante, hizo delirar al público haciendo como que cantaba.

A la larga serie de temas propios que hizo como que interpretaba, se permitió hacer playback de canciones ajenas: Tomo y Obligo (Gardel - Romero), Bailar Pegados (Sergio Dalma), Take On Me (A-Ha) y El vuelo del moscardón (Rimsky-Korsakov), sonaron especialmente ajustadas.

Ya cerca de la medianoche, Fito (con la camiseta de su querido Rosario Central y agitando fotos de Olmedo y Fontanarrosa), saludó: “¡Chau, Madrid!”, y cerró el show.

Del material grabado en este recital saldrá el próximo disco en vivo de Fito. El nombre tentativo, anticipó el músico, sería “Vivo en París y Oslo”.

Párrafo aparte merecen los músicos acompañantes, que sincronizaron a la perfección sus movimientos con la música que hacían como que tocaban.

La Nota: La dieron dos asistentes con linternas que simularon juegos de luces tipo recital de Pink Floyd.

Lo Mejor: El sonido.

Lo Más Flojo: Poca imaginación en los arreglos.

Calificación: Muy Bueno