Escasez de jugadores: las botineras ahora buscan a futbolistas del ascenso

El fútbol de los sábados empezó a cotizar alto en la noche porteña.

Las "botineras". Chicas bellas, de cuerpos esculturales y ardientes. Deseadas por todos. Ellas, como si nada: sólo tienen ojos para los jugadores.
Sin embargo, pasó lo que la lógica indica. Hay pocos futbolistas consagrados, y algunos más de segunda línea. Pero no alcanzan, son demasiadas las chicas que sueñan con un futuro en euros (o en pesos, pero muchos). Así, que la tendencia actual es estudiar. Suplementos deportivos, revistas, y ver que pasa con el fútbol del ascenso. Qué jugador promete, cuánto cotizan, promedios, tablas de posiciones, goleadores, etc. Entonces, ya se los puede ver en los boliches del ambiente. Muchachos simples, todavía con olor a vestuario, bailando desenfrenadamente con su corte de mujeres y descorchando "champúes". Como nos dijo uno, por lo bajo: "Yo soy medio de madera y casi seguro que me quedo en Central Ballester hasta que me muera, pero esto no me lo quita nadie".

"La verdad que estas minas me vinieron bárbaro. Con lo que ahorré en putas le compré una chata a mi viejo para que fletee". Juan Domingo Povezari

"Fué la primera vez que me tomé un champú, y me quedé sentado esperando el pan dulce como un boludo". El "Firu" Gramajo

"Me estoy comiendo cada huesito que me tengo que cachetear a cada rato para ver si no estoy soñando". Pedrito Cuenca

"La otra noche la bruja me pidió que la sirviera y yo me hice el boludo. ¡Qué querés, si uno se acostumbra al jamón, ya no le cabe la mortadela!". El "Hucha" Sepúlveda