
Una cierta incomodidad sintió esta mañana al salir rumbo a su trabajo Carlos Loseta, empleado bancario de 26 años. Al darse cuenta de que el origen de la molestia era el corrimiento hacia la derecha de su paquete genital, Loseta no dudó en pedirle ayuda a un transeúnte para que volviera las cosas a su sitio natural. "Es que a mí me da un poco de asco, y ya me había lavado las manos", explicó.
Requerido por los medios acerca de alguna intención oculta de su parte, Loseta negó todo: "No soy un pervertido y no soy gay. Me molestaba la cosa cayendo para la derecha y le pedí a un señor que me dé una mano, es todo. Si me hubiera cruzado con una mujer, se lo habría pedido a la mujer. Si me hubiera cruzado con un chico que iba a la escuela, se lo habría pedido al chico. Bueno, al chico no", concluyó.
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