Implantan óvulos de falda parrillera en mujeres pobres

Con una eficacia del 93% en la tasa de natalidad, en el último trimestre 150 mujeres produjeron 500 kg. de carne tras ser fecundadas artificialmente con embriones de tiras de asado (o de falda parrillera si se quiere, ya que el embrión es el mismo).

El procedimiento es llevado a cabo en la clínica “Übermensch Porá” de Esperanza, Misiones, bajo la supervisión del doctor Joszef Krupp. “El embrión de asado y el de falda es el mismo”, explica Herr Krupp, “lo que varía es el tiempo de gestación. Un embarazo completo de 3 meses asegura un asado de excelente calidad, más o menos de 4 kilos. Para la falda, inducimos el parto al mes, mes y medio. Es rica, un poco dura.”

El facultativo ha dicho también que dada la cercanía de las fiestas prefirió los partos de falda parrilera y sacrificar calidad por cantidad.

Las reproductoras son mujeres jóvenes y de escasos recursos. Esto, que ha sido tan criticado por medios progresistas, Doktor Krupp lo explica científicamente: “La mujer pobre, casi siempre descendiente de indios y gauchos, lleva en su ADN un gen parrillero que facilita el desarrollo del embrión implantado. Casi no hay rechazos. Si fertilizáramos a, pongamos por caso, alguna porteña de clase media, el resultado (si es que lo hay) sería una especie de bofe con mayonesa y yogur. O como una milanesa de soja, pero mucho más fea.”

“Un futuro brillante”

Las reproductoras están obligadas a firmar un contrato en el que ceden el producto de sus entrañas a la clínica Übermensch Porá. “Pero tienen sus derechos” -aclara Herr Doktor Krupp- “tienen derecho a la mitad del cordón umbilical, que en esta clase de partos es casi un metro de salchicha parrillera de primer orden. Y un pan dulce, una sidra y una bolsa de carbón.”

Krupp se muestra entusiasmado: “Estamos preparando un plantel de reproductoras genéticamente mejoradas. Los resultados, estimamos, se verán en un par de años. Estas mujeres serán capaces de alumbrar cuadriles y costillares de 5 kg en un mes, y sus organismos generarán una placenta de chimichurri que adobará al feto cárnico durante todo el tiempo de gestación. Imagínese, ¡del quirófano directo a la parrilla! El futuro es brillante”.