
Rosedalito, el monstruo prehistórico que acecha en las profundidades de los lagos de Palermo, en nuestra ciudad de Buenos Aires, se cobró ayer otra víctima, un tierno bebé. Los angustiados padres velaron toda la noche a la orilla del lago esperando un milagro, para (ya de madrugada) ver surgir a flote los pequeños huesitos de su vástago.
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